Es hora de conocer las aventuras que sucedieron en el hogar de nuestra hormiguita voladora más inquieta.
El martes pasado Manuel vino acompañado de su mamá al cole; y en su cara, se podía ver la emoción que tenía al traer lo que ya es el mayor tesoro de los niños de la clase de los bichitos, el súperlibro.
El día que el libro regresa del viaje, solemos esperar a última hora para leer lo que sucedió el fin de semana; pero ese día Manuel estaba tan, tan emocionado que no pudimos esperar. Con su carácter alegre y dispuesto, reunió en un momentito a todos sus compis, cosa que a mi me lleva muuuucho más tiempo, y los llevó a la asamblea, cogió una silla donde sentó a Mica y a Pato, y se sentó en el centro de nuestra asamblea, muy decidido a leer su página del libro, claro que cuando se dispuso a hacerlo, se dio cuenta de que sin ayuda no podía, y es justo en ese momento cuando oigo una voz que me dice, ¿profe me ayudas?. Fue un momento muy tierno y gracioso, porque el solito montó todo el tinglado con toda la ilusión del mundo,¡ ¡¡si es que son para comerlos!!!
La verdad es que nos ha encantado la visita de nuestros amigos a casa de Manuel, sobre todo porque está escrita como un cuento y eso nos ha fascinado. Además han hecho cosas muy divertidas, ya que han ido los tres a la piscina.
No de digáis que no están geniales, sólo les falta el traje de baño.
También fueron a visitar el parque de bomberos, y se subieron en un camión y todo, hasta fueron a dar una vuelta, como si fueran bomberos de verdad, y es que el tío de Manuel es bombero, así que pudieron hacer una visita en toda regla. Manuel también quiere ser bombero igual que su tío, y lo cierto es que le queda muy bien el camión.
Vaya envidia que nos dan, mirarlos ahí sentaditos.
Ya vemos que Mica y Pato se lo pasaron genial el el parque de bomberos, pero es que la cosa no quedó ahí, y es que también se fueron a dar un paseo en el coche de Manuel, que, como dijeron todos en clase, ¡¡¡¡¡¡¡anda de verdad y todo!!!!!!!!!
Mica y Pato están encantados con los viajes que hacen, ya que cada vez que salen del cole, le esperan un montón de aventuras, y todas son geniales y diferentes.
Después de un fin de semana tan ajetreado como este, Manuel, Mica y Pato cayeron rendidos, esperando el momento de contar todas sus nuevas experiencias.
Están para comerlos.
Este ha sido el fin de semana de nuestros tres amiguitos, nos ha encantado, como siempre, ver lo bien que cuidan a Mica y a Pato sus anfitriones; y a mi personalmente, me encanta ver lo felices que vienen al cole y lo bien que les viene para desarrollar su expresión, ya que, con esta actividad, no se resiste ninguno a contar toooooodo lo que sucedió durante su fin de semana especial.
Por todo ello, un millón de gracias.
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