Lo cierto es que entre profe me canso y profe ayúdame, profe yo ya acabé, casi no tienes tiempo para nada; y mientras ayudas a unos, no puedes ayudar a otros, y los otros se aburren de esperar y pasan cosas como ...
En el momento que ves algo así se te pasa el agobio de tantas demandas y no puedes hacer otra cosa que reír sin parar.
Lo mejor es la cara de la graciosísima Lía, ya que no entendía la razón por la cual yo me reía tanto.
Es para comerla.
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