Había una vez una casita encantada en la que había doce estrellitas.
Durante casi diez meses esas doce estrellitas aprendieron, jugaron, cantaron, dibujaron, bailaron, se pelearon, se reconcilaron, convivieron, compartieron...y fueron muy, pero que muy felices.
El tiempo iba pasando y esas estrellitas iban creciendo más y más, aunque unas crecían más que otras, hasta que en el mes de Junio cuatro de esas estrellitas alcanzaron la categoría de estrellas.
Pues bien, como la casita encantada es un lugar en el que se forman estrellitas hasta que se convierten en estrellas; a esas cuatro estrellas les llegó la hota de hacer su equipaje y viajar hacia nuevas galaxias por las que viajar.
Muy contentos, pero a la vez un poquito tristes, en la casita encantada nos hicimos fotos, hicimos unos gorros chulos chulos con restos de cartulina de colores, (que esá muy mal desaprovechar), y celebramos por todo lo alto que cuatro compañeros crecerán, aprenderán y explorarán nuevos caminos en busca de aventuras emocionantes; mientras en la casita encantada seguirán creciendo nuevas estrellas; si señor, así es y será siempre, unos se van y otros llegan, mientras en las paredes de nuestra hermosa casita se oyen los ecos de las voces de nuestras estrellitas que se convirtieron en estrellas.
Os echaré de menos mucho muchito, y os llevaré siempre en mi corazón .
Os quiero mucho, la profe Marta.
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