La semana pasada hemos estado trabajando el arte en la prehistoria. Hemos pintado con carboncillo nuestra cueva y nuestros preciosos cuadros, de ahí que hayan llegado a casa hechos unos desollinadores, ja,ja,...imaginad como quedó el aula, no había toallitas húmedas que limpiaran tal estropicio; pero yo soy de las que piensan que para jugar, aprender y divertirse también hay que mancharse, para eso está el mandilón, ¿no?
Además de eso también hemos hecho una especie de vasijas con barro, y nos han quedado muy muy bonitas; así dentro de nada tendremos un yacimiento de verdad en nuestra clase, pues la semana que viene aparecerán enterradas en cajas, junto con los huesos que nos sobraron de los carnavales, ¿no es genial?
Mirad lo bonitas que están, mis chicos son unos magníficos alfareros.
+00.24.04.png)
Las manchas no importan la ropa se lava; lo importante es aprender divirtiéndose. Y el proyecto de la prehistoria esta siendo especialmente gratificante Marcos ya se levanta cantando la canción "erase una vez..." no para de hablar del fuego, del cuerpo cubierto de pelo de los hombres,... y ahora alfareros que más pueden pedir. Qué es una pequeña mancha al lado de una gran sonrisa. Gracias por hacer despertar tantas grandes sonrisas e inquietudes.
ResponderEliminarLa verdad es que son unos estupendos alfareros,hay que ver cómo le han dado a esas manitas.Marta,los han convertido en pequeños grandes artistas.Y como dice la mamá de Marcos lo importante es que disfruten de estos momentos ,sin importar las manchas.Vamos! Como si tuviésemos que frotar a mano,con tal de verlos felices y trabajar con tanto empeño con lo pequerrechos que son...¡Qué más podemos pedir!
ResponderEliminar